Misterios del Rol, del juego de rol, que debería ser siempre un juego, pero que a veces, traspasa la frontera del juego y es llevado a la vida real. El caso del asesino del juego de rol fue muy mediático en España. Los implicados han cumplido ya su condena, incluso indemnizado a la familia de la víctima, pero es un caso espeluznante de cómo un juego en el que participa un psicópata puede convertirse en una pesadilla.
No obstante, ese fue un caso excepcional y no hay que maldecir un juego, el del rol, rodeado de misterio, el misterio de jugar, el misterio de evadirse por un tiempo y disfrutar del juego.
Contenidos:
MISTERIOS DEL ROL | 06×46
Los misterios del rol: entre la ficción y la psicología oculta
El mundo del rol, pese a sus décadas de existencia, sigue envuelto en un aura de misterio que va más allá de simples juegos de mesa o aventuras narrativas. Desde sus inicios en las catacumbas creativas de los años 70, el rol ha sido visto por algunos como un simple pasatiempo, pero por otros como una puerta a realidades alternativas, mundos interiores y dimensiones psíquicas que rozan lo esotérico. ¿Qué hay realmente detrás de una partida de rol? ¿Es solo un juego o encierra algo más profundo, casi ritualístico?
En su esencia, el rol permite a los jugadores asumir identidades que no les pertenecen: guerreros, magos, ladrones, detectives o seres interdimensionales. Durante unas horas, la mente escapa de los límites del yo cotidiano y se adentra en un espacio intermedio entre la realidad y la ficción, donde las reglas del mundo físico se suspenden. Algunos psicólogos han comparado este fenómeno con prácticas chamánicas o teatrales antiguas, donde el cambio de identidad servía como herramienta de autoconocimiento o transformación.
El misterio se acrecienta cuando observamos cómo ciertos jugadores desarrollan una conexión casi mística con sus personajes. Hay quienes afirman haber sentido emociones tan intensas en el rol que superan las vividas en su vida real: miedo, euforia, traición, redención. ¿Cómo es posible que una historia inventada despierte sentimientos tan profundos? La respuesta podría estar en la suspensión voluntaria de la incredulidad, en el acto ritual de la inmersión narrativa, donde la mente se entrega por completo al relato, como si realmente viviera esos acontecimientos.
Además, algunas partidas parecen seguir un curso extraño, como si el azar de los dados y las decisiones colectivas tejieran historias que superan la capacidad creativa de los propios jugadores. ¿Casualidad o sincronía? ¿Es el rol un simple juego narrativo, o es un canal por el que emergen arquetipos universales, como proponía Carl Jung, desde el inconsciente colectivo?
Por otro lado, el fenómeno del “master” o narrador añade otra capa enigmática. Este guía, que controla el mundo y sus reglas, es a la vez creador y titiritero, pero también espectador de cómo los jugadores escapan de sus designios. La partida de rol se convierte así en una lucha simbólica entre el destino (el master) y el libre albedrío (los jugadores), reflejando dilemas filosóficos ancestrales.
Finalmente, están los rumores más oscuros, esos que en los años 80 dieron pie a leyendas urbanas: sectas ocultas que jugaban al rol para invocar fuerzas sobrenaturales, adolescentes que confundían ficción y realidad, desapariciones misteriosas tras una partida. Si bien la mayoría son exageraciones sensacionalistas, siguen alimentando el aura inquietante del rol.
En definitiva, el rol es más que un juego. Es un ritual moderno donde imaginación, psicología y azar se entrelazan, abriendo puertas a lo desconocido. ¿Qué mundos habitan realmente detrás de los dados? ¿Quién eres cuando dejas de ser tú mismo?
Temas extraídos del podcast de esta semana:
Crujiendo huesos
¿El arte de crujir los huesos tiene algún beneficio? Me refiero si tiene beneficios para quien lo recibe, para el que lo hace está claro que si. La quiropráctica no es una ciencia, aunque los quiroprácticos quieran envolverse en ella. Nunca hay que confundir al fisioterapeuta con un quiropráctico. El primero tiene años de estudio en una facultad, al segundo le basta con un curso ya que en España, todavía no es una profesión sanitaria ni ha sido objeto de regulación.
La quiropráctica: el arte milenario de crujirte como una bolsa de patatas
Ah, la quiropráctica. Esa gloriosa disciplina que combina lo mejor de la pseudociencia con el teatro de improvisación. Porque, admitámoslo, ¿qué podría ser más tranquilizador que dejar que alguien que estudió menos que un podólogo te retuerza el cuello como si estuviera ajustando una lámpara IKEA?
La quiropráctica nació a finales del siglo XIX, cuando Daniel David Palmer, un hombre que no era ni médico ni fisioterapeuta, decidió que todos nuestros males provenían de unas cosas llamadas “subluxaciones vertebrales”. Básicamente, Palmer creía que los huesos de la espalda se movían más que los argumentos de un tertuliano de madrugada. ¿Y cómo se solucionaba? Pues metiendo un buen crujido, claro. Porque si algo está fuera de sitio, siempre puedes golpearlo hasta que encaje. Como con los mandos a distancia.
Pero ojo, no hay que subestimar a la quiropráctica: tiene sus fieles seguidores. Algunos incluso aseguran que después de una sesión ven la vida más clara, aunque eso pueda deberse a una leve conmoción cerebral. Otros aseguran que les ha curado el asma, la infertilidad y las malas decisiones vitales. Sorprendente, ¿verdad? Si la quiropráctica cura tantas cosas, no entiendo por qué no hay quiroprácticos en urgencias abriendo vías respiratorias a base de cracks espinales.
Eso sí, cuando preguntas por estudios científicos que avalen la quiropráctica más allá del dolor lumbar leve (que sí, parece que ayuda un poco, como cualquier masaje o placebo caro), los defensores del gremio suelen desaparecer más rápido que tu seguro médico cuando mencionas “tratamiento alternativo”. Pero no importa, porque el quiropráctico no necesita ciencia, solo necesita una camilla, unas manos y tu credulidad.
Y es que el ritual es casi mágico. Tú vas, te tumbas en una camilla (normalmente en una consulta decorada con esqueletos de plástico y diplomas con Comic Sans), y el quiropráctico te empieza a girar como si fueras la tapa de un bote atascado. Cruje por aquí, crack por allá, te recoloca la dignidad y te manda a casa con la sensación de que, aunque sigues teniendo el mismo dolor de espalda, ahora has pagado por él.
No podemos olvidar el sonido. Ese “clac” que tanto gusta grabar y subir a TikTok. Algunos dicen que es gas escapando de las articulaciones. Otros que es tu alma huyendo por si acaso.
En definitiva, la quiropráctica es como una comedia romántica de los noventa: no tiene mucho sentido, pero hay gente que se siente mejor después de verla. Y, oye, mientras no te partan el cuello de verdad, qué más da. Después de todo, ¿no vivimos ya suficientemente desalineados por dentro?
¿Cuál es tu superheroe?
En el mundo del cómic tenemos numerosos ejemplos de superheroes y superheroínas. Desde distintas firmas como Marvel y su competencia DC Comics, nos proporcionan aventuras alrededor de super héroes e incluso reúne a varios en una entrega, ya se serie o película. Los disfrutamos desde niños y ya en edad adulta también, y hasta tenemos a nuestro favorito. ¿Cuál es el tuyo?
¿Cuál es tu superhéroe favorito?
La pregunta “¿cuál es tu superhéroe favorito?” parece sencilla, pero encierra más complejidad de la que aparenta. Elegir a un superhéroe favorito no solo habla de gustos personales, sino que refleja valores, aspiraciones y, en ocasiones, nuestras propias debilidades. Porque los superhéroes, aunque ficticios, encarnan ideales humanos: la justicia, la redención, el sacrificio, el humor ante la adversidad o la rebeldía frente al sistema.
Para algunos, la respuesta es inmediata: Superman, el arquetipo del héroe clásico, virtuoso y casi invencible, que representa la esperanza y la protección del inocente. Para otros, es Batman, el humano sin poderes que combate el crimen desde las sombras, motivado por el dolor y la disciplina. Otros prefieren a Spider-Man, el héroe del pueblo, joven, torpe y lleno de dudas, que pese a su sufrimiento personal no deja de ayudar a los demás. Cada uno elige a su héroe no solo por sus habilidades, sino por lo que esas habilidades representan.
Hay quienes se inclinan por superhéroes menos convencionales, como Deadpool, que rompe con todos los cánones: irreverente, violento, sarcástico y políticamente incorrecto. Su atractivo radica precisamente en que no intenta ser un ejemplo moral, sino todo lo contrario: un espejo deformado de nuestras contradicciones. Otros optan por Wonder Woman, emblema del empoderamiento femenino y la conexión con la naturaleza y la mitología, o por personajes como Black Panther, que encarnan la representación cultural y la lucha por la identidad.
Pero más allá del personaje concreto, la fascinación por los superhéroes está ligada a nuestra necesidad de referentes que nos inspiren. En un mundo caótico y muchas veces injusto, el superhéroe aparece como un símbolo de resistencia. Aunque las tramas de cómics y películas nos muestran villanos formidables y situaciones imposibles, lo que realmente nos atrae es la perseverancia del héroe, su capacidad para sobreponerse a la adversidad y su lucha constante por hacer del mundo un lugar mejor, a pesar de las derrotas.
La elección del superhéroe favorito también cambia con el tiempo. De niños, buscamos héroes coloridos y poderosos; de adolescentes, nos identificamos con aquellos que dudan y sufren; de adultos, quizás admiremos más a los antihéroes o a los personajes que cargan con dilemas éticos complejos.
Entonces, ¿cuál es tu superhéroe favorito? No hay respuesta correcta ni única. Lo importante es qué valores encuentras en él o ella, qué parte de su historia resuena contigo y cómo ese personaje te inspira, aunque sea por un momento, a ser una mejor versión de ti mismo.
Porque quizás, y solo quizás, todos llevamos dentro un pequeño superhéroe que espera su momento para actuar.
La dieta de los Gladiadores
A través de las películas y series que hemos podido ver en diversas pantallas de cine y televisión, nos han llegado diferentes narrativas sobre los gladiadores. En muchos casos incluso los hemos visto comer, en esas películas y series, una pasta que parecía directamente bazofia. Pero la realidad no era así, la dieta de los gladiadores era especial y hasta tomaban un bebedizo, similar al de los cómics de Asterix, que les daba fuerzas.
El único amigo del demonio – Capítulo 18 – Audiolibro en Español – Voz real
Si te ha gustado el episodio MISTERIOS DEL ROL | 06×4606×11 no te cortes y compártelo en tus redes sociales. ¡Muchas gracias por compartirlo!
Pasa una buena semana y hasta el próximo programa de No Soy Original | luisbermejo.com.
No olvides que puedes darme 5* en iTunes o darle a «me gusta» en Spreaker para animarme a continuar y ayudar a difundir este podcast. Te lo agradeceré infinito.
¿Te interesa algún tema en especial? Puedes proponerlo en mis redes sociales. También puedes proponerme participar en la locución, aportar tus relatos si lo deseas o debatir algún tema o suceso que te ha ocurrido y que quieras contar.
- Escucho historias de misterio o emotivas GRATIS
- ¿Me invitas a un café? ¡Gracias!
- Subscríbete a No Soy Original
- Suscríbete con Podcast si usas Apple y dame 5* de valoración
- Compra en Amazon a mejor precio
- Facebook: https://www.facebook.com/lbermejojimenez
- X: https://x.com/luisbermejo
- Instagram: https://www.instagram.com/luisbermejo
- Canal Telegram: https://t.me/nosoyoriginal
- WhatsApp: +34 613031122
- Paypal: https://paypal.me/Bermejo
- Bizum: +34613031122
- Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029Va89ttE6buMPHIIure1H
- Grupo Whatsapp: https://chat.whatsapp.com/BNHYlv0p0XX7K4YOrOLei0
Deja una respuesta