Una vez que el lector termine de ver este corto vídeo, a modo de spot publicitario, aparte de suscitarle la risa, puede continuar con la reflexión.
Mascotas: Juguetes rotos.
Sin duda el perro objeto de este anuncio está amaestrado para tal fin, y es posible que alguna imagen esté trucada y/o preparada, pero lo primero que habrá pensado es lo normal en estos casos, si un perro hiciera todo lo que hace Harvey en este vídeo, lo adoptaríamos de INMEDIATO y sin pensarlo dos veces, incluso independientemente de su aspecto, raza, credo y condición.
Pero la realidad no es esa, por desgracia, es muy distinta. A un perro se le puede enseñar, y depende de lo que se le requiera es mas fácil o difícil (no se deje el lector engañar por programas de éxito en la TV con mascotas, ni es tan fácil como muestran ni de efectos tan inmediatos, los que salen son especialistas, caros, muy caros, y nunca las cosas son tan inmediatas, si el lector tiene una mascota lo sabe y si no, que investigue un poco en la red sobre como funciona el cerebro de un perro y cuales son sus comportamientos). Pero lo que está claro es que ni las perreras en general son como las que nos muestra el vídeo, aunque en muy contadas ocasiones lo son, sobre todo en la sección abierta a visitas de gente que quiere adoptar, y me refiero a limpias y cuidadas con un alojamiento para cada animal, ni un perro al que se le enseña recuerda siempre lo aprendido y hay que insistir y reforzar su comportamiento, lo cual requiere mucha paciencia y algún tiempo de tu dedicación.
Tenía pensado poner algunas fotografías del aspecto que suelen mostrar las perreras, sin inquina, y advierto que NO TODAS son así, pero si el lector gusta, buscando en Imágenes de Google las puede ver, pero voy a ir abreviando, para no cansar al lector, y voy a centrarme en el verdadero objeto de este post.
Si está medianamente informado, o es observador, sabrá que las campañas contra el abandono de mascotas se intensifican en Navidad y Verano. Son las épocas mas sensibles en que muchas personas hacen regalos, y muchas veces el regalo es ese lindo cachorrito que vimos en una tienda. Si es poseedor de una mascota, sabrá de los cuidados y atenciones que requiere, pero muchas veces estas personas que regalan, no ha tenido nunca una, y no saben la responsabilidad que conllevan.
Como poseedor de un perro, se las voy a enumerar brevemente: El cachorro necesita cuidados y atenciones casi permanentes, hay que enseñarle donde debe hacer sus necesidades, darle de comer y beber (esto ya se supone) y vacunarle (una obligación legal en España); por ende, por ser cachorro, es un ser excesivamente curioso e inquieto, desborda energía, y por tanto destrozará, morderá y olerá o lamerá todo lo que se encuentre a su paso, y decirle lo que debe o no hacer, no es cosa fácil, y no todo el mundo tiene la determinación para enseñarle. De adulto, habrá, según su raza y tamaño, independientemente, que sacarle de paseo de dos a cuatro veces al día (de cachorro serán mas veces si no quieres que se lo haga en tu apartamento), y si el perro es de los que necesita ejercicio, al menos dos veces los paseos deberán ser de una hora o bien contar con amplios recintos donde el perro corra y vaya a su aire durante este tiempo; esto permitirá que el perro se canse, y por tanto al llegar a casa, se tumbe y quiera dormir, evitando que ande de aquí para allá sobreexcitado.
¿Y qué quiero decir con todo esto? Es fácil, si bien un perro no es «tu niño chico», educar a una mascota como tal es un error muy grave ya que entonces se convertirá en un animal dominante, llegando incluso a atacar a su dueña/o en algunos casos; si es un ser vivo que necesita cuidados y atenciones sin olvidar su especie y la manera de que nos entienda, no es un juguete que se pueda abandonar en la calle o en una cuneta.
Por tanto, si ha pensado regalar o regalarse una mascota, y no sabe todo lo que acarrea, infórmese bien antes, piénselo dos veces (o 10 veces mejor), y no lo haga sólo con las tareas, sino con las características del animal (si quiere un perro de raza (con pedigree) infórmese también del comportamiento general de la raza y si se adapta bien o no al modo de vida que va a tener con vd., no se deje llevar simplemente porque le gusta, las razas suelen tener características comunes que hacen prever cuál será el comportamiento del perro en según qué situaciones. Y si decide que sus actos van a ser responsables, entonces adopte o compre su mascota, y piense que aunque lo pensara bien, siempre pueden aparecer situaciones que no tuvo en cuenta, por tanto, también debe estar preparado para asumirlas.
Y por último, si le da igual la raza de su mascota, acuda a las perreras y asociaciones y recate su mascota de allí, contará con la ventaja de que el animal ya está crecido (inconvenientes de cachorros eliminados), inspeccionado y libre de enfermedades, vacunado, identificado… Estos animales suelen ser muy agradecidos con sus adoptantes, que les brinda la oportunidad de una vida mejor, pero además, contará con un periodo de adaptación o prueba, en el que si la mascota tiene un comportamiento no deseado y no asumible, podrá devolverlo.
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