Al detalle
En todo caso no debemos confundir el ser bipolar con el cambio de opinión que experimentan las personas inteligentes a lo largo de los años, mantenerse en una misma opinión contra viento y marea sería de necios; por tanto, no pensaremos de la misma forma con 16 que con 30. De todos es conocido cómo a los 16 estamos locos por ser mayor de edad y volar, y luego las cosas se ven de forma diferentes cuando nos golpeamos contra una realidad antes desconocida.
Pero la bipolaridad independientemente de la enfermedad en si, puede ser adoptada por personas a las que les gusta simplemente jugar a la contradicción, incluso como arma de seducción, y es que muchos y muchas encuentran súbitamente un extremado placer en la mentira. Yo nunca entendí demasiado bien este juego, pero todos sabemos que «dime de lo que presumes y te diré de lo que careces».
Quizás otro día me de por hacer un ensayo y hablara de esa costumbre que tiene la gente por mentir, sin saber que quien recibe la mentira de tonto no tiene un pelo, y que se pilla antes a un mentiroso, que a un cojo, no solo por internet, sino en la calle.
Bipolar | luisbermejo.com | podcast
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