En este episodio creo que me voy a meter en «camisas de once varas» pero uno no puede abstraerse, por mas que lo intente, a los acontecimientos de los últimos días… Está claro que un grupo de avariciosos llenos de odio y rencor han iniciado, y llevan ya tiempo en ello, otra guerra en el nombre de Dios, otra Guerra Santa de guerrillas o de terrorismo. Bueno, ellos le llaman Alá, pero da igual cómo le llames, es una religión y por lo tanto adormece al pueblo, y mas cuando se rige por fundamentalismos que impiden que el individuo adquiera una basta cultura, lo encierran en un mundo de odio, le prometen el cielo y una vida mejor a los familiares que queden en la tierra; habría que ver si esto lo cumplen, aunque a mi no me parece vida mejor el no poder disfrutar de cultura, lecturas sin censuras o tiempo de ocio.
A lo largo de la Historia de la humanidad, nos encontramos con multitud de dioses injustos que sólo benefician a los poderes fácticos, y en nombre de la incultura ante la falta de lluvias o la abundancia de las mismas, incluso promovían sacrificios humanos… En otros casos, el hecho de sacrificar animales, para un Dios, tampoco me parece algo correcto; si las corridas de toros no están bien vistas y dan empleo a mucha gente, no creo que matar un animal, sea cual sea, en nombre de Dios sea más lícito, y menos cuando sólo le da de comer a los sacerdotes del templo…
Estamos de acuerdo que el Estado debe ser laico, llevamos muchos años de Democracia en España, pero aún se favorece a cierta Iglesia, aunque lo que yo tengo muy claro es que aquellos que gritan desde el púlpito lo del «Estado Laico» son excesivamente permisivos ante la invasión cultural y no parece que defendieran demasiado la cultura autóctona, precisamente cuando una de las misivas fundamentalistas es invadir de población España (y Europa), llenarla de musulmanes (radicales) con emigrantes y sus hijos, y cuando sean mayoría, ocupar cargos públicos y proclamar Al-Andalus en la mas larga y «pacífica» reconquista, eso si, dejando antes una buena sombra de terror atentando contra trenes, restaurantes y lugares de ocio para sembrar el terror…
Pero pasemos ya al relato de hoy y veamos en qué creer.
¿Qué Dios? | luisbermejo.com | podcast
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